Cada día que pasa no dejamos de ver que un organismo oficial nos anuncia su decidida política de ayuda al deporte femenino para terminar con la discriminación entre hombres y mujeres. Pero en la práctica todo se traduce en menores ayudas para el deporte femenino. La última perla la podemos ver en la página web de la Real Federación Española de Natación donde la plana mayor de la RFEN comenzando por su presidente asisten al acto de presentación del "Manifiesto por la igualdad y la participación de la mujer en el deporte" promovido por el Consejo Superior de Deportes. Nos parece muy bien que le RFEN encabezada por su presidente se adhiera al manifiesto pero sería mucho más interesante que practicara con el ejemplo. Esto es lo que presentaron "Unidos para el cambio" y aprobó la Asamblea de la RFEN en la pasada asamblea general celebrada el 24 de enero de 2009 (no hablamos de tiempos pretéritos) en lo que hace referencia a ayudas en distintas competiciones de waterpolo: En competiciones masculinas se subvenciona la Promoción a División de Honor, la Copa del Rey en la cual el equipo organizador debe costear los gastos de los equipos participantes, la Liga de Primera División, la Promoción a Primera División, la Segunda División, y las fase finales de los campeonatos Juveniles y Cadetes. En categoría femenina se subvenciona únicamente la Liga de División de Honor y la promoción a esta Liga. Por si fuera poco este año se han endurecido las condiciones para obtener estas ayudas ya que en femenino hay que alinear en cada partido 5 jugadoras menores de 20 años (el año pasado eran de 22), mientras que en masculino, tanto de primera como de segunda se permiten que sean 5 menores de 24. O sea, que como todos los clubes aspiramos a tener jugadoras con experiencia es una forma muy sibilina de decir que te ayudo pero en la práctica todo se queda en nada al imponer unas condiciones tan restrictivas, o bien, decirle a los clubes que manden a las chicas a su casa y dejen de hacer deporte de alto nivel.
Si nos quedamos en Aragón, el pasado año, el Gobierno de Aragón anunció a bombo y platillo un plan de ayuda específico de ayuda al deporte femenino. Esto se tradujo en unas ayudas que posteriormente se ampliaron también al deporte masculino, sólo que multiplicadas por 4 o por 5 y en algún caso hasta por 25 para equipos de inferior categoría. Es decir, lo que era una brecha entre equipos masculinos y femeninos se convirtió en una profunda sima merced a esos planes específicos de "igualdad".